viernes, 26 de septiembre de 2008

HABLEMOS DEL MAÍZ MORADO


Por: Dra. Martha Mogrovejo Sedano
Médico-cirujano
policlinicosagradafamilia@yahoo.com
Lima Perú

El maíz morado se usa desde la época preinca y ha sido encontrado en diferentes objetos cerámicos de la cultura “Mochica” que datan de más de 2,500 años. Inclusive el maíz morado, ya tenía presencia en Caral, primera civilización del Perú y América que se formó entre los 3000 y 2500 años a.C. (hace unos 5,000 años) en el valle de Supe.

En la actualidad el maíz morado es sumamente apreciado en la repostería de nuestro país. Bastante conocido en la Medicina Tradicional por sus propiedades para bajar la presión sanguínea, disminuir el colesterol, promover la buena circulación sanguínea, proteger los vasos sanguíneos del daño oxidante, mejorar la microcirculación.
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Sin embargo poco conocido es que el principal mercado de exportación de la coronta en 2006 fue Japón al concentrar el 93.4% del valor total exportado, debido a las propiedades preventivas que posee para el caso del cancer intestinal, el cual ha reportado un alarmante incremento en este país. EE.UU. fue el segundo mercado en importancia concentrando el 6.6%.

Todo esto es debido a que contiene un antioxidante natural un pigmento natural llamado Antocianina: cianidina-3-b-glucosa (C3G), que de acuerdo a estudios realizados en Japón, evita la aparición del cáncer al intestino grueso, según información proporcionada por el diario japonés Mainichi Shimbun.

En la Universidad de Nagoya, Japón, un grupo de investigadores de la Facultad de Medicina, encabezados por el profesor Tomoyuki Shirai, ha establecido que el pigmento del maíz morado evita la aparición del cáncer de intestino grueso.
Pero que son las antocianinas son un tipo de flavonoides complejos, que se caracterizan por su gran efecto antioxidante, por promover la formación de colágeno, mejorando la micro-circulación, por apoyar la regeneración de los tejidos, por fomentar el flujo de la sangre y reducir el colesterol.

En pruebas de laboratorio con ratas se les dio comida mezclada con una sustancia cancerígena natural que se encuentra en las partes quemadas de la carne y el pescado asado, junto con un 5% de pigmento de maíz morado.

El resultado fue que de las 20 ratas a las que se les dio sólo la sustancia cancerígena, 17 (el 85%) desarrollaron cáncer de intestino grueso frente a sólo 8 ratas (40%) de las que tomaron el pigmento.

Según la Agencia de Investigación en Cáncer de Japón, la capacidad de las sustancias cancerígeneas contenidas en las zonas quemadas de los alimentos sería suficiente para causar cáncer en las personas.

Preparación:
3 mazorcas medianas hervir en 3 litros de agua por 15 minutos; ir tomando 1 taza tres veces por día; se puede refrigerar y calentar a baño maría.